Hoy ha sido un día muy intenso que ha cambiado la primera impresión de la llegada. En Shanghai estuvimos más de tres horas metidos en el avión de Japan Air Lines esperando autorización de despegue. Tienen problemas de crecimiento graves en ese aeropuerto. Nadie del pasaje levantó la voz ni dijo mu.Igualito que en España. Luego el viaje fue muy cómodo pero yo me temía perder el ultimo autobús de Narita a mi hotel. Encima los trámites de inmigración y aduanas son larguísimos y allí se creó una especie de caos. Entre que los que tenían que poner orden a los "forines palports" ( foreigner passports) que no saben ingles y que quieren meter a 5.000 donde caben 2.500 aquello era como The walking dead pero en oriental. Además ponen letreros en las colas diciendo el tiempo que te falta para el policía y los documentos que debes tener. Se nota que la ley ha cambiado porque lo que pedían no lo tenía nadie. De los 5.000 estaríamos unos 100 occidentales y unos 4.900 filipinos que se pusieron de los nervios al comprobar que no tenían el famoso " certificado de elegibilidad". Yo estaba tranquilo con mis papelitos que me los había dado la propia línea aérea japonesa. Al final, te hacen la foto, pones los anulares y ya está. La aduana es pesada porque te hacen muchas preguntas y llegué justito al ultimo bus.....que cuesta 27 €..... El taxi, 200€. Tarda 90 minutos en llegar al hotel....es una especie de bus charter y vas diciendo donde te quedas, pero con facturación, pantallas y todo.
Entre los chinos y los japoneses media una distancia sideral en cuanto al volumen de voz. A los japoneses hay que mirarlos fijamente para captar lo que dicen, de lo bajito que hablan. Lo necesitaba, 9 días a puro grito ha sido mucho.
Gracias es Arigato.....para que vayamos situándonos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario